Conjuncion Júpiter-Saturno en Acuario

¡Feliz Año!

Empezamos el 2021 prácticamente con la conjunción de Júpiter y Saturno entrando en Acuario. Este es el último signo de naturaleza aérea que cierra el ciclo zodiacal y el penúltimo de todos antes de cerrar con Piscis. A este signo, ya uno llega con todos los deberes hechos (o también con lo que no se ha hecho) para de alguna manera liberarnos, poder proyectar toda esa energía de nuestra experiencia vital a niveles superiores de conciencia donde poder revertirla en una red global interconectada. En acuario se regará todo el consciente colectivo con lo aprendido para poder avanzar y dar ese paso de poder abrir la puerta del futuro. Este signo, nos invita a poder transcender lo material junto todos los logros alcanzados en su predecesor Capricornio, hacia la iluminación mental; comprender que ya no solo somos uno sino que también somos parte del todo y todos. Aquí, aunque no lo vivimos ni lo sentimos a un nivel tan espiritual como Piscis, ya hemos tomado conciencia de que todas las conciencias llevamos luz y conectadas forman una red mas divina. Aunque Acuario va a defender su espacio a muerte, su fin no es sobre sí mismo, sino ayudar a otros a poder rebelarse contra lo que les impide poder dar ese cambio que les permita liberarse en pos del bien común. Me imagino en esta conjunción de Júpiter con Saturno como si de Don Quijote y Sancho se tratara: el uno tan idealista, optimista, ligero y expansivo y el otro tan realista, pesimista así como pesado; los dos entrando de la mano en el reino de Acuario. Pues en honor a toda su originalidad, yo me aventuro a expresar el efecto de estos dos planetas en este signo con este maravilloso fragmento sacado del “Quijote”, donde así nuestros queridos lectores podrán entender todo lo que les quiero transmitir libremente de la forma literaria mas bella posible:

—La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertadI así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres4. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitadII de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve5 me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre6. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo7!
—Con todo eso —dijo Sancho— que vuesa merced me ha dicho, no es bien que se quedeIII sin agradecimiento de nuestra parte docientos escudos de oro que en una bolsilla me dio el mayordomo del duque, que como píctima y confortativo la llevo puesta sobre el corazón8, para lo que se ofreciere, que no siempre hemos de hallar castillos donde nos regalen, que tal vez toparemos con algunas ventas donde nos apaleen.