Saturno en tránsito conjunción con la Luna natal

Saturno transitando por nuestros planetas personales, sobre todo en aspecto de conjunción, tiene una gran potencia que a nadie va a dejar indiferente.

En este caso la energía saturnina se impone a la de la luna, que queda algo lastimada. Saturno es el que lleva el mando y somete a la sensible luna que apenas puede expresar su influjo, no es de extrañar que uno de los primeros síntomas de esta conjunción se manifieste a un nivel puramente físico, expresando las marcas del paso del tiempo tanto en el sujeto como en su entorno. Las personas que conforman el núcleo familiar y emocional de pronto parecen inmersas en un estado de aceleración temporal donde pudieran ser engullidos por el propio Kronos. El mundo se carga de objetividad. La senectud empiezan a hacer su primavera con el tiempo como telón de fondo invadiéndolo todo con su osada presencia.

Este no es un buen momento para las relaciones que precisan de un vínculo sentimental, ya que tienen una cierta tendencia a secarse como si de una flor en medio del desierto esperara un riego que nunca llega, es probable que no nos encontremos lo suficientemente receptivos ni nuestro entorno nos provea el alimento emocional que necesitamos. La teta deja de dar leche, se seca. La familia, los progenitores y especialmente la madre, junto con las figuras femeninas se convierten en la diana de nuestro nuevo enfoque sobre una realidad “menos infantil y mas madura”; una nueva perspectiva nos inunda de realismo y un sentido práctico muy avanzado. Ya no nos dejamos llevar tanto por las emociones, ni nos guiamos solo por los dictados del corazón. Saturno nos muestra la calavera de todo y todos, ¿qué es lo queda de nosotros cuando nos quitamos el traje de fantasía que nos ha tejido la Luna?, es probable que percibamos que tras los vínculos emocionales lunares, aquellos que hemos ido alimentando con nuestra imaginación durante el vagar de los años, solo queda un mundo árido donde todo se mueve por intereses de supervivencia. Nos asomamos a las estructuras de la vida y aquellas que no han tenido o no tienen la suficiente consistencia, caen. Es un momento propicio para empezar a construir aquellas relaciones  basadas en unos buenos cimientos sólidos sin dejar que la idealización nos acabe jugando malas pasadas. Es probable que durante este tránsito nos sorprendamos encontrándonos mas tristes de la cuenta, es como si un halo de gris todo lo envolviera dejando nuestros corazones a la intemperie en una fría noche de lluvia.

Este tránsito planetario de Saturno por nuestra Luna natal nos abre las puertas de la conciencia a lo que el paso del tiempo dejará como verdadero poso en nuestra vida. Nuestra subjetividad queda sujeta “a la verdadera realidad de las cosas” entiéndase esta como la que queda tras el largo paso del tiempo desprovista de toda carne y poesía: el hueso.

Sin embargo es un buen momento para adentrarnos en una “realidad al uso”.  Somos capaces de entender cual instrumento nuestra verdadera utilidad en las relaciones y ver qué uso hemos hecho nosotros de ellas. Seguramente la figura de la madre ya no sea ese ángel cándido que veíamos en nuestra infancia, sino que ahora entendemos que “uso” nos ha dado. La familia muestra su lado mas crudo, pues no todo es cariño, amor, fraternidad y entendimiento,  para que esta pueda subsistir necesita de una entrada de recursos con el trabajo que conlleva,  un sentido muy práctico para que las cosas funcionen basado en un “poner los pies sobre la tierra” donde los secretos del corazón ocupan un segundo plano, porque aquí lo importante no es cuanto uno siente, sino seguir trabajando en nuestros objetivos con la certeza que es el tiempo con su devenir imparable el que decide lo que “es” y lo que “no es”. Prestemos mas atención a aquello que perdura, a lo que no sucumbe ante nuestra subjetividad, ni nuestros cambios de humor, a lo que no depende de nuestra imaginación, de que nos sintamos enamorados, alegres o tristes. Porque la verdad, es que a nadie le gusta ver un mundo solo bañado de realidad, ¿acaso qué seriamos los seres humanos desprovistos de la magia de la luna, seriamos capaces de habitar en un mundo robotizado?. A la vista queda que  necesitamos establecer mecanismos de eficacia que con el paso del tiempo nos aseguren la permanencia en la tierra como seres vivos, somos seres humanos viviendo en una realidad que no solo hay que padecerla, sino que también hay que inventarla siendo valientes de adentrarnos a mirar en las  cuencas vacías de la calavera para imaginarnos vibrar con su mirada.